El mecanismo implementado ha ayudado a uno de los puertos más importantes de Colombia y de Latinoamérica para que se mantenga la dinámica de atención al arribo de naves, a pesar de la contingencia y crisis.
Desde que Colombia empezó a registrar casos de Covid-19 en aumento y se vieran comprometidas las operaciones logísticas de un gran número de empresas, La Dirección General Marítima (Dimar) se encargó de establecer medidas y normas que garantizaran el desarrollo del comercio internacional y la dinámica económica del país, entre ellas la implementación de una sala de crisis en Cartagena.
La solicitud de datos entre 48 y 24 horas previas al arribo ha permitido que la Capitanía de Puerto y la Estación de Control de Tráfico Marítimo se prepare con tiempo según el estado de salud de las personas a bordo, los últimos 10 puertos visitados, el monitoreo y evaluación ante un eventual cambio de tripulación en el país, el tipo de carga, la terminal portuaria, entre otros detalles registrados a través del Sistema Integrado de Tráfico y Transporte Marítimo (Sitmar), plataforma de la Dirección General Marítima.
Para este momento, aún con los cierres de fronteras marítimas y las disminuciones del volumen del comercio exterior, han arribado de manera segura 1.983 buques de carga, con alimentos, insumos médicos e industriales, vehículos, textiles e hidrocarburos, principalmente.
Las cifras demuestran un esfuerzo por mantener, en la mayor normalidad posible, las operaciones de importación y exportación no solo de Colombia, sino de algunos países de Suramérica que tienen como eje se su comercio exterior, el Puerto de Cartagena.