Concentrarse exclusivamente en la operatividad siempre será una barrera que limita tomar decisiones estratégicas y trascender en procesos determinantes de cara a la organización.
Aprender a agregar valor a la organización desde la ejecución es urgente, y esto sólo se alcanza adquiriendo mayores destrezas y habilidades proporcionadas por el conocimiento especializado, que redundarán en beneficio de las empresas ya que generan un óptimo capital de trabajo y un excelente nivel de servicio.