Logística inversa, más que un costo en la SCM. Parte II
En la segunda y última parte de este artículo explicaremos por qué la nueva normativa europea está dibujando un cambiante panorama para muchas empresas, además del porqué la logística inversa es sin duda una filosofía que cualquier empresa debe agregar a su entorno competitivo.
Por: José Iván Granada
Consultor logístico senior
En el artículo anterior vimos cómolos minoristas y fabricantes de productos de consumo masivo habían logrado incrementar sus ventas gracias al e-Commerce, sin embargo, sus márgenes de ganancia se erosionaban al no gestionar eficazmente el más grande desafío operativo de los últimos tiempos: el costo de gestionar las devoluciones de productos.
En este artículo abordaremos la nueva legislación respecto al ciclo de vida de un producto, así como la importancia del desarrollo sostenible y los operadores logísticos en la logística inversa.
Nueva legislación
La nueva normativa europea está dibujando un cambiante panorama para muchas empresas en la que los productores se hacen responsables de todo el ciclo de vida de un producto, desde que llega a su destino, hasta que se convierte en residuo.
Se plantea así un nuevo paradigma de gestión en los mercados europeos, en el que el empresario no solo debe atender los costos empresariales asociados a la fabricación y distribución de un producto en el mercado, sino también debe controlar los costos relacionados con la correcta gestión de ese producto convertido en residuo por el consumidor final.
El establecimiento de estos mecanismos para la recuperación y el aprovechamiento de los productos desechados por los consumidores vienen originados principalmente por dos tipos de motivos:
A) Motivos legales: Las tendencias de regulación del medio ambiente que afectan la logística inversa: La manipulación y disposición de devoluciones de productos, componentes y embalajes son una preocupación real para las empresas globales; en Europa, las administraciones públicas han comenzado a adoptar medidas.
Entre estas acciones destacan las destinadas a disminuir la generación de residuos, incentivando las actividades de recuperación, reciclaje y reutilización de los productos; veamos algunos ejemplos:
- La directiva de envases y residuos de envases, ya traspasada a cada uno de los Estados miembros de la Unión Europea, con objetivos concretos desde el 2001. Actualmente, estos objetivos se encuentran en periodo de revisión con nuevos valores desde el 2016.
- La directiva de residuos de equipos eléctricos- línea marrón, con atención especial a las pilas y baterías que acompañan a estos equipos.
- La normativa para asegurar el correcto tratamiento de los envases de productos fitosanitarios.
Todas estas leyes y normativas se fundamentan sobre el principio de jerarquización de opciones para la gestión de los residuos establecido por la Unión Europea en su VI Programa sobre Medio Ambiente, el cual genera innovaciones capaces de compensar los costos derivado del cumplimiento de dicha legislación.
B) Motivos económicos: como comentábamos al inicio, la creciente competitividad entre las diversas compañías en un mercado en el que cada vez son menores las diferencias reales entre productos, ha obligado a las empresas a desarrollar todo tipo de políticas de servicio al cliente.
Además, los flujos de retorno de los productos suelen tener unos costos elevados, principalmente a causa de la gran capilaridad de los orígenes, la manipulación adicional que supone y los controles de calidad que deben pasar los productos retirados.
En 2006 Alemania, y al 2010 adoptado por los demás países de la UE, se estableció una normativa que obliga al proveedor a responder de manera integral por la logística inversa de todos los desechos y elementos generados por sus productos (empaques, corrugados, strech, estibas, canastillas, etc.) luego de haber sido colocados en el mercado.
Es por ello por lo que el operador logístico cobra especial relevancia en dicho proceso, ya que es este quien tiene el contacto final con los clientes y lugares donde se generan o se encuentran dichos desechos.
El operador logístico tiene herramientas para contribuir a la reducción de costos aplicados a la logística de reversa, adaptando su red logística y de transporte a los retornos (round trips) o puede integrarlos como un componente más de la cadena.
También se puede llevar a cabo una gestión y optimización de los stocks, lo que derivará en la reducción, o incluso, la eliminación de las devoluciones a fábrica. Así, los distribuidores que adoptan programas de logística inversa ahorran entre el 1-3% de los costos en sus ventas, reducen mucho tiempo y dinero dedicado a la gestión de retorno de recursos, transporte y reconciliaciones en la facturación.
Leyes similares están en desarrollo en los Estados Unidos y otros países. En lugar de llevar productos a vertederos, las empresas están recuperando el valor de los activos a través de una variedad de otros caminos, como el retorno a stock, donaciones ventas en el mercado secundario y reciclaje, llegando a lo que se conoce como economía circular: diseñar y crear productos, que tengan un ciclo de vida integrado a los procesos productivos, en todos sus estados de vida útil.
El propósito fundamental es evitar la acumulación de una huella de carbón gigante a medida que las devoluciones se abren camino a través de una red de intermediarios y revendedores y, en cada paso, una parte de esos bienes se desechará en los vertederos.
Es un enorme impacto ambiental, ya que son más de 4 mil millones de libras de residuos generados en un año en los Estados Unidos a partir de la logística inversa.
Sin un enfoque suficiente en los rechazos, los minoristas y los fabricantes también están expuestos a aumentos en el capital de trabajo. A medida que el inventario se ata en las existencias de devoluciones, el costo total se vuelve mucho mayor que los costos directos derivados de las ineficiencias operativas antes mencionadas.
Si bien muchas cadenas de suministro se han optimizado para garantizar que el flujo del producto al cliente cumpla con las expectativas de servicio, ha habido poca o ninguna optimización o gestión eficaz de estos flujos de cadena de suministro de retorno y modelos operativos (por ejemplo, como son los centros de retorno).
¿Estructura? Hub, ¿Descentralizado o centro principal de devoluciones?; ¿Cómo se configuran los centros de retorno? Ubicados con plantas/centros de distribución o independientes de las plantas; ¿Qué departamentos participarán en las devoluciones? – ¿Logística, Desarrollo de Productos?
La logística Inversa plantea un nuevo paradigma de gestión en los mercados en el que el empresario no solo debe atender los costos empresariales asociados a la fabricación y distribución de un producto en el mercado de consumo, sino también debe controlar los costos relacionados con la correcta gestión de ese producto convertido en residuo por el consumidor final.
Cuando un producto se ha devuelto a una empresa y se trate de una devolución dentro del período de garantía o de un producto al final de su vida útil, la empresa dispone de diversas formas de gestionarlo con vistas a recuperar parte de su valor.
Estas opciones están sujetas a múltiples consideraciones: viabilidad técnica, calidad del producto, existencia de infraestructuras, costes implicados, consecuencias para el medio ambiente, etc.
La logística inversa se encarga de la recuperación y reciclaje de envases, embalajes y residuos peligrosos; así como de los procesos de retorno de excesos de inventario, devoluciones de clientes, productos obsoletos e inventarios estacionales. Incluso se adelanta al fin de vida del producto, con objeto de darle salida en mercados con mayor rotación.
Las actividades son las siguientes:
- Retirada de mercancía.
- Clasificación de mercadería.
- Reacondicionamiento de productos.
- Devolución a orígenes.
- Destrucción.
- Procesos administrativos.
- Recuperación, reciclaje de envases y embalajes y residuos peligrosos.
Conclusiones
Se está produciendo un aumento progresivo de los índices de devolución. La logística inversa es sin duda una filosofía que cualquier empresa debe agregar a su entorno competitivo, debido a todos los factores mencionados.
Ante la globalización que se está dando, es importante tener un planteamiento estratégico de esta logística, generando las siguientes implicaciones:
- El desarrollo sostenible:
Aparición de nuevas directivas de la Unión Europea (extensión de la responsabilidad del productor, internacionalización de costos medioambientales, objetivos de reciclaje y prohibición de sustancias peligrosas), y aparición de una normativa medioambiental cada vez más intensa en la mayoría de los países, como es el caso de Colombia.
Si además de estas tareas hablamos del hecho de que nuevas legislaciones, a nivel nacional e internacional, obligan o van a obligar próximamente a la recuperación o reciclado de muchos productos, en los próximos años se va a producir una importante modificación de muchos procesos productivos y además, una oportunidad como nuevo mercado para muchos operadores de transporte, almacenaje y distribución.
- Actividad Internacional:
La tendencia general internacional, tanto desde el lado de la oferta como del lado de la demanda, es el aumento de las devoluciones y creciente interés por la recuperación de valor en estas; así, el empleo de la logística inversa supone mayores beneficios y se convierte en una fuente de ventajas competitivas para empresas de múltiples sectores y de cualquier país.
En países con una importante actividad comercial internacional, como es el caso de Colombia, la gestión internacional de las devoluciones es mucho más compleja, por lo que hay que prestar más atención a la logística inversa, ya que su uso permite que estos procesos se realicen de forma más eficiente lo que supone importantes beneficios para las empresas.
- Operadores logísticos:
Los 3PL se convierten en una herramienta muy efectiva para las empresas que adoptan programas de logística inversa, permitiéndoles ahorrar costos en sus ventas, así como reducir mucho tiempo y dinero dedicado a la gestión de retornos de recursos, transporte y reconciliaciones en la facturación.
De esta forma, estas actividades de recuperación no se ciñen a una mera imposición legislativa, sino que representan una oportunidad de rentabilidad económica para todos los actores de la cadena.