“Hay futuro para el diésel, pronto las emisiones ya no serán un problema” afirma Volkmar Denner, CEO de Bosch
Equipados con la última tecnología de Bosch, los vehículos diésel se clasificarán como vehículos de bajas emisiones y, sin embargo, seguirán siendo asequibles, relata Volkmar Denner, CEO de Bosch.
Fotografía: www.about.bnef.com
En pleno debate sobre el desarrollo de nuevas tecnologías de propulsión, ante la incertidumbre que se cierne sobre miles de transportistas debido a la restricción en el acceso al centro de las ciudades para distribuir mercancías en función de la clasificación de las emisiones de sus vehículos, mezclado todo ello con dudas más que razonables sobre aspectos relativos a la utilización de vehículos que no empleen motores diésel, ha sido Volkmar Denner, CEO del gigante de tecnología para automoción Bosch quien ha querido alzar la voz para afirmar rotundamente que “hay futuro para el diésel” y que “pronto, las emisiones ya no serán un problema”.
Viniendo de una empresa como la alemana Bosch, la frase es como para no pasarla por alto. La demonización de los motores diésel por parte de las autoridades y de buena parte de la sociedad es ya una evidencia, y miles de automovilistas están optando a la hora de renovar sus turismos por motorizaciones híbridas de gasolina, o simplemente de gasolina, en detrimento de las mecánicas diésel, todavía más eficientes en términos de consumo de carburante y por lo tanto de emisiones de CO2.
Sin embargo, son los profesionales de la distribución de mercancías, tanto mediante furgonetas como con camiones, quienes no ven tan claro un trasvase rotundo desde los vehículos diésel, que suponen la práctica totalidad de los vehículos de transporte profesional, hacia otro tipo de mecánicas, ya sea por la ausencia de una red de suministro todavía satisfactoria, por la todavía escasa oferta de modelos en el mercado, por el precio de compra de los vehículos o por una mezcla de estas variables.
En esta compleja coyuntura llega el desarrollo de un “decisivo avance en la tecnología diésel”, avanzan en Bosch, de tal manera que puede “ayudar a los fabricantes de vehículos a reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) tan drásticamente, que les permitan, ya hoy, cumplir con los límites futuros”. Incluso en las pruebas RDE (‘Real Driving Emissions’), las emisiones de los vehículos equipados con la nueva tecnología diésel de Bosch no solo están significativamente por debajo de los límites actuales, sino también con los que entrarán en vigor a partir de 2020“, concretamente unas emisiones de NOx diez veces menos que los límites fijados para ese año, detallan desde la empresa germana.
Según explican, los ingenieros de Bosch han logrado estos resultados afinando las tecnologías existentes, es decir, sin requerir componentes adicionales que obligarían a aumentar los costes. Tanto es así que “equipados con la última tecnología de Bosch, los vehículos diésel se clasificarán como vehículos de bajas emisiones y, sin embargo, seguirán siendo asequibles“, relata Volkmar Denner. Nada más y nada menos. A continuación, el CEO de Bosch reclama una mayor transparencia con respecto a las emisiones de CO2 causadas por el tráfico rodado y pide que tanto el consumo de combustible como las emisiones de CO2, se midan también en el futuro en condiciones reales de conducción y desde el pozo a la rueda.
“El diésel seguirá siendo una opción en el tráfico urbano”, insisten desde Bosch.
Técnicamente, el avance, logrado en los últimos meses, parte de una combinación de tecnología avanzada de inyección de combustible, un sistema de gestión del aire recientemente desarrollado y una gestión inteligente de la temperatura. “Las emisiones de NOx pueden permanecer ahora por debajo del nivel legalmente permitido en todas las situaciones de conducción, independientemente de si el vehículo se conduce de forma dinámica o lenta, con temperaturas bajo cero o en verano, en la autopista o en el tráfico urbano congestionado”, confirman en Bosch. “El diésel seguirá siendo una opción en el tráfico urbano, ya sean los conductores comerciantes o viajeros regulares”, remata Denner.
Como las medidas para reducir las emisiones de NOx no tienen un impacto significativo sobre el consumo, el diésel conserva sus ventajas comparativas en términos de ahorro de combustible –y, por tanto, de emisiones de CO2– y climáticas, argumentan desde el fabricante alemán de componentes.
La clave está en la inteligencia artificial
Incluso con este avance tecnológico, el motor diésel aún no ha alcanzado su completo potencial de desarrollo. De hecho, Bosch pretende usar la inteligencia artificial para construir sobre la base de estos últimos avances, de tal modo que se camina ya hacia el desarrollo de un motor de combustión que, con la excepción del CO2, no tenga prácticamente impacto en el aire.
“Creemos firmemente que el motor diésel seguirá desempeñando un papel importante en las opciones de movilidad futura. Hasta que la electromovilidad llegue al mercado de masas, todavía necesitaremos estos motores de combustión altamente eficientes“, explica el máximo directivo de Bosch, cuyos ingenieros trabajan así en el desarrollo de una nueva generación de motores diésel y gasolina que no produzcan emisiones significativas de partículas y NOx.
Transparencia y pruebas realistas para consumo y CO2
“El objetivo de nuestros ingenieros era claro: reducir las emisiones de NOx conservando la ventaja comparativa del diésel en términos de emisiones de CO2”, concreta el máximo directivo de Bosch.
Al mismo tiempo, Volker Denner reclama que cualquier evaluación de las emisiones de CO2 se extienda más allá del tanque de combustible o la batería: “Necesitamos una evaluación transparente de las emisiones globales de CO2 producidas por el tráfico rodado que incluya no solo las emisiones de los vehículos sino también las emisiones causadas por la producción del combustible o la electricidad utilizada para alimentarlos” y añade que una huella de CO2 más inclusiva proporcionaría a los conductores de vehículos eléctricos una imagen más realista del impacto climático de este tipo de movilidad.
¿Qué diferencia a la nueva tecnología diésel?
Merece la pena, desde luego, detenerse en los vericuetos de la nueva tecnología diésel desarrollada por Bosch que, obviamente, puede alterar radicalmente los planes de muchas autoridades municipales en su cruzada contra las mecánicas que funcionan con gasóleo.
Hasta la fecha, dos factores han impedido la reducción de las emisiones de NOx en los vehículos diésel. El primero de ellos es el estilo de conducción. La solución tecnológica desarrollada por Bosch es un sistema de gestión del flujo del aire altamente sensible para el motor. Un estilo de conducción dinámico exige una recirculación igualmente dinámica de los gases de escape. Esto se puede lograr con el uso de un turbocompresor optimizado para RDE, que reacciona más rápidamente que los convencionales. Gracias a una combinación de recirculación de gases de escape de alta y baja presión, el sistema de gestión del flujo del aire se vuelve aún más flexible. Esto significa que los conductores pueden conducir rápido sin un aumento en las emisiones.
Es importante, igualmente, la influencia de la temperatura. Para garantizar una conversión óptima de NOx, los gases de escape deben estar a más de 200 grados Celsius. En la conducción urbana, los vehículos frecuentemente no alcanzan esta temperatura. “Bosch ha optado por un sofisticado sistema de gestión térmica para el motor diésel que regula activamente la temperatura del gas de escape, lo que garantiza que el sistema de escape se mantenga lo suficientemente caliente para funcionar dentro de un rango de temperatura estable y que las emisiones permanezcan en un nivel bajo”, explican con detalle, para confirmar que este nuevo sistema diésel se basa en componentes que ya están disponibles en el mercado lo que permite que esté disponible de manera inmediata para clientes y se pueda incorporar a proyectos de producción.
Y ante el interrogante clave de si perderá el motor diésel su ventaja comparativa en economía de combustible y climática como resultado de la nueva tecnología, en Bosch responden taxativamente: “El objetivo de nuestros ingenieros era claro: reducir las emisiones de NOx conservando la ventaja comparativa del diésel en términos de emisiones de CO2. El diésel seguirá siendo una opción amigable con el clima”.
**Tomado de Todotransporte.com en: