Exigencias ambientales a vehículos de reparto en el mundo

Conforme pasan los años, el tema del cuidado del medio ambiente se convierte en una prioridad no solo para los gobiernos sino también para las empresas, cuyos productos o servicios ganan valor agregado con base en la práctica o no de procesos limpios y sostenibles.

Precisamente el transporte se ha sumado a esa preocupación mundial, no solo con la fabricación de vehículos cada vez más ahorradores de combustible, sino también, y sobre todo, que utilizan energías alternativas como la electricidad, el gas e incluso los biocombustibles o híbridos.

 No es un secreto que la distribución urbana de mercancías es uno de los sectores del transporte que más contaminación genera, además de problemas de movilidad en las ciudades; por eso, los gobiernos de diferentes ciudades en el mundo, han empezado a implementar normativas en este sentido, incentivando por ejemplo, el uso de esos vehículos responsables con el medio ambiente, cuya tecnología permite que transmisiones automáticas reduzcan el consumo de combustible.   

Japón por ejemplo, es uno de los mayores productores de este tipo de unidades de transporte, y como otras grandes ciudades, se ha preocupado por incentivar su compra, con la disminución de impuestos y otros beneficios.

En el caso de Europa, ha surgido una iniciativa denominada Civitas mediante la cual se apoya a las ciudades de la región para que implanten una política integrada de transporte sostenible, que sea limpio y sobre todo energéticamente eficiente.

Por medio de esta iniciativa, se concretaron 12 políticas o normas relacionadas con cómo afrontar el transporte urbano en las ciudades europeas en un futuro.

Aunque cada ciudad es autónoma de aplicar la norma que considere, estas medidas están enfocadas en a aumentar la eficiencia de los vehículos, disminuir la congestión del tráfico y así mismo reducir el impacto medioambiental que genera el reparto de mercancías en las ciudades.

Algunas de esas exigencias ambientales relativas a los vehículos son:

* Introducir tecnologías con Sistemas de Transporte Inteligentes (STI) o sistemas de coordinación logística a través de Internet que permitan planificar el transporte con más eficacia y lograr un factor de carga superior.

  • Medida del tonelaje medio de vehículos pesados de mercancías.
  • *Introducción o ampliación de vehículos limpios para la distribución de mercancías en zonas definidas.
  • *Prohibición de entregas en zonas residenciales en horarios determinados, debido a las afectaciones de ruido. Solo están autorizadas las operaciones nocturnas en zonas comerciales o industriales.
  • La legislación comunitaria en diversas ciudades europeas, establecen límites para las emisiones sonoras ocasionadas por el tráfico rodado que, junto con el tráfico aéreo, son las principales fuentes generadoras de la contaminación acústica.

Específicamente en España, uno de los requisitos aplicables al sector del transporte, tiene que ver con la generación y posesión de residuos. Al respecto, existen prohibiciones como la de depositar en vertederos, los neumáticos usados; otro gran problema de contaminación generado desde los vehículos de reparto.  

Cuando las operaciones de reparto están relacionadas con el traslado de productos químicos peligrosos empaquetados o no, existe la exigencia de informar al público sobre los tipos de riesgos para la población y el medio ambiente; una medida que también se cumple en otros continentes, al exigir la señalización del tipo de sustancia transportada y su procedimiento en caso de riego o accidente.

Para afrontar este tipo de medidas, se obliga a los propietarios o administradores de los vehículos a realizar un mantenimiento de forma que cumplan como mínimo las exigencias fijadas, además de someter periódicamente a inspección técnica los vehículos.

Se exige adicionalmente dotar a los vehículos de reparto de los elementos correctores necesarios para evitar molestias al vecindario; las chimeneas, vehículos y demás actividades que puedan producir humo, polvo o ruidos.

El tipo de carga

Según el tipo de carga que se distribuya, las ciudades también determinan una serie de medidas o normativas en el ámbito ambiental, para el caso de la mayoría en Estados Unidos, por ejemplo el transporte de alimentos, animales y químicos, representan otro factor de riesgo medioambiental.

Algunas de las exigencias en este sentido, tienen que ver con el uso de vehículos apropiados y exclusivos para este tipo de productos, que por ejemplo se puedan sellar y protejan tanto la carga como el exterior de contaminación en ambos sentidos.

En Colombia, el uso de nuevas tecnologías es incipiente y se sigue dependiendo 100% de combustibles fósiles. Específicamente respecto al combustible diésel, aunque ha mejorado su calidad, al sector transporte le falta alcanzar mayores estándares y nivelarse con los internacionales.

Cabe recordar que en el año 1990 la cantidad de azufre era de 5.000 ppm de azufre y para el 2012 se había logrado disminuir a 50 ppm. 

Específicamente en la ciudad de Bogotá, algunas de las medidas en pro de la conservación ambiental, tienen que ver con la restricción de la circulación de vehículos de carga, de más de cinco toneladas por la red vial principal de la ciudad, como se prohíbe en otras grandes ciudades del país.

Es importante entender que no solo los vehículos que se utilizan para distribución están afectando el ambiente; también deben ser tenidos en cuenta  las  volquetas y los vehículos de  transporte de pasajeros, los cuales a nivel general deberían tener un plan de choque para mitigar su impacto en la contaminación, promocionando modos alternativos  como el férreo con figuras multipropósito y  entregas nocturnas.

DESTACADOS

* Aunque el porcentaje de vehículos/kilómetro de los camiones no supone más del 10% del tráfico de las carreteras europeas, estos pueden originar fácilmente la mitad de las emisiones de dióxido de nitrógeno, cerca de 1/3 de la materia de partículas y más del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

*Es importante entender que no solo los vehículos que se utilizan para distribución están afectando el ambiente; también deben ser tenidos en cuenta volquetas y los vehículos de  transporte de pasajeros.

* Según el tipo de carga que se distribuya, las ciudades también determinan para los vehículos de reparto, una serie de medidas o normativas en el ámbito ambiental.

 

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