Colombia piensa digital
El país enfrenta el gran reto de profundizar su sector de las TIC.
Colombia enfrenta el gran desafío de profundizar su sector de tecnología y comunicaciones. Hacerlo requiere de una agenda ambiciosa en materia de reformas, calidad de las políticas públicas y promoción estructural del sector privado, en un ambiente de mejor regulación.
El avance de este sector será vital para que la educación, las industrias creativas y la provisión de servicios sean cada vez más eficientes y, al mismo tiempo, beneficie a un mayor número de colombianos. ¿Cuáles son los grandes retos que tenemos para que el sector incida positivamente en los próximos años en la productividad de nuestra economía, aumente la inversión y permita que nos integremos como país a más cadenas de valor?
Para empezar, debemos entender que los principios que deben guiar al sector deben cimentarse en un minimalismo regulatorio, mayor convergencia, descentralización institucional y la masificación del acceso a la tecnología.
En lo institucional es necesario que la política de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones sea proinversión, procobertura y proexpansión de la banda ancha.
La regulación debe facilitar la transformación digital y adquirir una connotación transversal, convergente y transparente, además de independiente, así como lo han logrado países como Estados Unidos, México o Argentina.
En materia de competitividad, tenemos que hacer una mayor digitalización del acceso a servicios sociales, como historias clínicas electrónicas, enrolamiento a colegios y, en general, todos los sistemas de registros administrativos públicos y privados.
Debemos construir una llave entre la industria, la academia y el Gobierno para cerrar las brechas de talento existentes en tecnología de información y comunicaciones, sectores en los que el desempleo es cercano a cero.
Esto nos obliga a que ampliemos la formación de ingenieros y tecnólogos vinculados a las cadenas productivas del sector y a desarrollar iniciativas que articulen programadores con necesidades comunitarias, autoridades locales y recursos público-privados para la transformación digital de la sociedad.
También debemos diversificar las exportaciones y entender que, por lo menos en el sector financiero, necesitamos profundizar fintech, que puede mejorar estructuralmente la eficiencia del sector financiero.
En cuanto a infraestructura, hay que desplegar más redes convergentes (acueductos, vías, energía, banda ancha) y optimizar la fibra óptica, facilitar la expansión de las redes y el aprovechamiento integral del espectro electromagnético. Debemos ampliar la tecnología con internet móvil, que conecte al menos al 70 por ciento de los colombianos, con cobertura total del territorio en 4G y la adopción temprana con rápida expansión de 5G.
Por supuesto, se requiere que la seguridad integral de la red vaya acompañada de la protección de infraestructura crítica y de los usuarios, y de tener una más rápida activación de los sistemas de respuesta, así como una estrategia integral de lucha contra la piratería informática y el cibercrimen.
En cuanto al espectro, se necesita una asignación urgente de la banda de 700 Mhz, clave para la cobertura rural y la inclusión digital de las regiones más apartadas. Del mismo modo, los usos convergentes del espectro y activación de mercados secundarios para un uso más eficiente y la adopción temprana de lo que serán las coberturas de 5G y el internet de las cosas.
En adopción digital hay que mejorar el acceso a dispositivos de mayor capacidad y mejor conectividad, con políticas que permitan hacer más asequible la tecnología, sumado esto a una agenda de identidad digital del usuario y protección efectiva de datos.
La inteligencia empresarial debe contemplar la transformación digital de las empresas, donde tengamos backoffice digital, adopción de blockchain y big data.
También es necesario trabajar para que el Estado sea más digital y permita que todos los ciudadanos puedan acceder a bienes y servicios desde plataformas tecnológicas institucionales.
Esta agenda acompañada de un mejor uso del big data, de datos abiertos e inteligencia artificial para crear un sistema de seguimiento a las políticas públicas, será provechoso para el país. El aprovechamiento de todas las tecnologías digitales son la base para que el país pueda cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, integrando las plataformas de los gobiernos locales con el Gobierno Nacional e incidiendo en un Estado con mayor capacidad para hacerle seguimiento a sus propias decisiones de política pública.
Un sector de comunicaciones volcado a esta estrategia está pensando en país para el futuro. Los estudios rigurosos que ha venido haciendo la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones (CCIT), nos inspiran a que esta agenda se convierta en una política de Estado, que cada día beneficie más a todos los colombianos.
Por: Iván Duque
*Artículo de opinión