Colombia continúa relegada en costos logísticos internos
Mover cargas dentro del país es más costoso que hacia el exterior. Hasta 3 semanas toma nacionalizar un cargamento y llevarlo hasta Bogotá.
Los costos logísticos, de transporte de carga, de importaciones y de toda la cadena productiva del comercio interno y externo volvieron a rajarse en Colombia.
Así lo concluyó el informe Los costos de comerciar en Colombia del Banco de la República, para el cual se encuestaron empresarios de los sectores involucrados en esta cadena (industriales, transportadores, portuarios y comercializadores, entre otros).
Puntualmente, el informe señala que “los costos de importar son relativamente altos”, sobre todo porque el que lo hace debe pagar 36,6% del valor de su mercancía, “donde los costos de transporte internacional y los internos no arancelarios equivalen al 5% y 17% del valor importado”.
A renglón seguido, el Emisor señala que: “Incurrir en estos costos implica usar recursos reales de la economía, mientras que los pagos de derechos aduaneros representante una transferencia de recursos del sector privado al público”.
Lo anterior, en plata blanca, quiere decir que la suma de ambos costos equivalen el 3,3% del PIB de este sector, “un monto nada despreciable desde el punto de vista de la utilización eficiente de los recursos productivos”.
Incluso, esta cifra podría ser mayor, si se tiene en cuenta que el banco central no incluye el costo de oportunidad del tiempo en tránsito de una mercancía y “los gastos que un empresario debe hacer para cubrir los riesgos resultantes de la incertidumbre inherente en la operación del sistema de comercio exterior colombiano”.
La cuestión allí, según el Emisor, es que –de por sí– ese 3,3% ya es bastante alto, y se explica por un entorno regulatorio que no promueve la eficiencia económica, y de servicios logísticos prestados con poca eficiencia, pero también en mercados monopólicos”, agrega.
Sin embargo, no son los únicos aspectos en los que Colombia se ‘raja’.
También están los costos de transporte, que alcanzan hasta el 11% del valor importado y representan casi el 50% de los pagos totales, “sin incluir los derechos aduaneros cancelados”. Y es en este punto en el que el Banrepública confirma, nuevamente, que comercializar mercancías internamente es más costoso que hacerlo hacia el extranjero.
Sobre esto, explica que “los costos internos asociados con diferentes servicios logísticos, de trámite aduanero y regulatorio, y de transporte interno de carga, pesan casi tanto como los costos arancelarios y de transporte internacional”, y propone que los mismos “tienen mucho espacio para reducirse, si se aumenta la eficiencia de los procesos de importación y se introduce mayor competencia en la prestación de los servicios asociados”.
Todo lo anterior, relata el informe, le puede significar a un importador que nacionalizar una carga, pasar todos los procesos requeridos, transportarla por las carreteras y dejarla en una bodega de Bogotá le puede tomar hasta 3 semanas. El tiempo de transporte interno es de 2 días cuando la mercancía entra por Buenaventura y de 3 cuando lo hace por Cartagena.
“Estos datos indican que la mayor parte del tiempo que se necesita para importar un producto se gasta en conseguir permisos y autorizaciones previas (5 días), procesos logísticos portuarios y aduaneros (10 días) y en inspecciones en puerto y aduanas (3 días). Para las exportaciones se requieren 15 días, la mayor parte de los cuales se gasta en procedimientos logísticos y de control aduanero”, relata el estudio del Emisor.
Ahora, si se toma en cuenta la cantidad de veces que realizan este proceso, el reporte señala que quienes importan con mayor frecuencia se demoran menos en nacionalizar la mercancía.
Comparando ambos casos, reza el estudio, “las diferencias en tiempo entre los que importan un mes al año y 10-12 meses por año son de casi 100%. Es probable que ese resultado se deba a un proceso de aprender haciendo (learning by doing), que lleva a importadores avezados a tener la documentación requerida al momento de iniciar las labores de levante”.
Todo esto –que además de dar un mensaje a las mejoras logísticas que necesita Colombia y para las cuales se trabaja en intermodalidad– revela que la incursión de la economía colombiana en mercados internacionales sigue siendo pobre.
“Las empresas exportadoras usan insumos y bienes de capital foráneos para producir sus productos; ellas podrán exportar más si sus costos de importar caen. Por ello hay que bajarlos, prestándole atención al déficit institucional, para eliminarlo; y también a la competencia en los mercados internos de servicios logísticos, para estimularla”, concluye.