Tras la pandemia el sector automotriz se enfrentó a la gran tarea de optimizar su cadena de suministro. Esto debido a la necesidad de enfrentar la escasez de suministros, regulaciones y la tendencia por los vehículos eléctricos.
Los estragos del Covid-19 van quedando atrás, pero el sector aún debe superar la falta de semiconductores y el aumento de precios debido al conflicto entre Rusia y Ucrania. Esto, sumado a la dependencia del modelo off-shored, ha demostrado la fragilidad de la cadena de suministro en el sector automotriz.
Te puede interesar: Tres puntos clave en la digitalización del sector automotriz
¿Qué es el modelo off-shored?
Es una alternativa que permite localizar la producción de una compañía fuera de las economías avanzadas. De esta forma, pueden aprovechar la mano de obra barata, incentivos económicos y regulaciones laxas de otros países en vías de desarrollo.
Sin embargo, la distancia entre un país y otro han dejado en evidencia la susceptibilidad de las cadenas de suministro a las disrupciones, no solo por la pandemia, sino también por temas políticos, económicos y del mercado. Por lo tanto, la tendencia a depender de este modelo está comenzando a evolucionar a otras alternativas.
Migración del sector automotriz hacia el nearshoring
El nearshoring es una estrategia donde las empresas transfieren parte de su producción a destinos cercanos y con una zona horaria semejante. De esta forma, reducen los largos trayectos, acortando la cadena de suministro y haciéndola menos susceptible a disrupciones.
Igualmente, el sector automotriz se enfrenta a otra realidad: la migración a vehículos eléctricos. Por esto, el mercado y la logística comienzan a evolucionar a medida que comienza la eliminación gradual de los motores de combustión interna.
Fuente: The Logistics World