La capacidad de generar valor a los clientes y a los accionistas está determinada por el desempeño de su cadena de suministro en la consecución de los objetivos trazados, independientemente del tipo de producto o tamaño de las operaciones.
Chatarrización, reformas a la justicia y pensional, e incluso una tributaria, serían los puntos claves para cumplir con las metas de buenas prácticas.