Scania ya opera conducción autónoma en minas y puertos

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Scania cuenta ya en su haber con la tecnología disponible para que camiones de conducción autónoma puedan funcionar en entornos aislados sin conductor tales como minas y puertos, instalaciones en las que se utilizarán inicialmente estos avances, según confirman desde el fabricante sueco. La compañía llevó a cabo el pasado 26 de mayo, ante la prensa especializada y en las cercanías de su sede central en Sodertalje (Suecia), una reveladora demostración de hasta dónde se ha llegado ya en este campo.

Sobre el terreno, este enviado especial de Todotransporte pudo comprobar que la teoría ha dado paso a la práctica y que la conducción autónoma ya no es un proyecto encerrado en un laboratorio sino que se trata de una realidad palpable, obviamente pendiente de determinados aspectos por concretar, muchos de ellos legales, pero que forma parte de una evolución imparable en el mundo del transporte que está llamada a revolucionar por completo este sector.
Para el desarrollo de esta tecnología, que Scania exhibió a través de dos camiones rígidos de obras, la marca ha contado con proveedores específicos así como con las instituciones académicas y el apoyo adicional de la agencia de innovación sueca Vinnova. En opinión de Henrik Henriksson, presidente y CEO de Scania, “los camiones de conducción autónoma son una de las muchas piezas del puzzle que Scania está desarrollando en busca de la seguridad y las soluciones de transporte sostenible y de origen no fósil”. “Disponer de vehículos que conducen total o parcialmente de forma autónoma aumenta tanto la seguridad como la productividad. Un camión autónomo nunca conduce demasiado rápido ni de forma agresiva y rara vez necesita descansar, lo que aumenta la disponibilidad”, añade.
Gracias a un sistema de inteligencia incorporado, estos camiones pueden interpretar y adaptarse a su entorno, además de realizar ciertas tareas predeterminadas. Los vehículos autónomos están ofreciendo “resultados impecables en las pruebas, aunque aún quedan unos años para que esta tecnología esté lista para comercializarse”, matizan desde el constructor escandinavo.
Gracias a un sistema de inteligencia incorporado, estos camiones pueden interpretar y adaptarse a su entorno, además de realizar ciertas tareas predeterminadas
Funcionamiento de los vehículos
En detalle, los vehículos de conducción autónoma desarrollados por Scania van equipados con diferentes dispositivos concebidos para evitar que un conductor deba ocuparse de forma permanente de esta tarea. En primer lugar, una unidad de control de conducción autónoma aloja el sistema de inteligencia de a bordo del vehículo y ejecuta todas las funciones de asistencia y conducción autónoma. Recopila datos de los numerosos sensores del vehículo y los combina para ofrecer una perspectiva general del entorno. La unidad de control también recibe las misiones de transporte del sistema de logística periférico y los convierte en instrucciones que los sistemas del vehículo puedan entender.
En segundo lugar la cadena cinemática inteligente de Scania controla la propulsión del vehículo con la “mayor precisión y eficiencia energética”, explican. El sistema de control de la cadena cinemática controla el motor, la caja de cambios, el embrague y los frenos auxiliares.
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Los vehículos autónomos están ofreciendo “resultados impecables en las pruebas, aunque aún quedan unos años para que esta tecnología esté lista para comercializarse”, advierten desde el constructor escandinavo.

A continuación, una cámara multilente instalada tras el parabrisas supervisa la zona frente al vehículo para detectar objetos, vehículos, peatones y marcas de carril. Gracias a su visión estereoscópica puede detectar la forma del suelo de manera muy parecida a la humana. Por su parte, la dirección asistida electrónica EAS (por sus siglas en inglés) es un sistema electrohidráulico que permite que las funciones de asistencia y conducción autónoma dirijan de forma segura al vehículo en las carreteras y en caso de obstáculos.
Tampoco falta un radar de corto alcance montado en cada esquina del vehículo y encargados detectar vehículos y peatones en un rango de de 360 grados. Funcionan en todo tipo de condiciones meteorológicas y lumínicas. Al mismo tiempo, un radar de largo alcance, con su rango de hasta 200 metros frente al vehículo, permite la conducción de alta velocidad, mientras que los sensores de inercia miden la rotación y aceleración del vehículo para facilitar que la unidad de control de automatización calcule cómo se desplaza.
El completo y elaboradísimo equipamiento de estos vehículos, que cabe pensar que formarán parte de entornos habituales mucho antes de lo que muchos puedan creer, incluye también sensores de velocidad de rueda que, al medir la rotación de cada rueda, hacen que la unidad de control de automatización pueda calcular cómo se desplaza y gira el vehículo. Además, el GPS localiza la posición del vehículo y permite que planee su ruta y los sensores y la fusión de datos participan en las maniobras necesarias para seguir la ruta.
Finalmente, el enlace de datos móvil (data link) es el canal de comunicación del vehículo para recibir órdenes de transporte, informar de su estado y rendimiento y compartir datos de percepción con otros vehículos autónomos.

Noticia y fotografia tomada de https://www.transporte.mx/

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